Cada 28 de septiembre al filo de la medianoche en Valsequillo se va la luz. Entre la oscuridad, sólamente iluminada por las llamas y el juego de luces, se escuchan frases como: «No te arrimes a los barrancos porque el diablo está suelto». El diablo se engendró, nació y se crió en los bajos del mercadillo municipal, y a partir de ese momento ya está en la calle.
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